Presentación en Valencia

Resurección

La filosofía de Zambrano se enraiza en la filosofía de vida, de ejemplo, de guía y confesión con la profundidad de haber leído entendido y asimilado la filosofía universal, no de forma pedante, si no viviéndola y sopesando la posibilidad siempre de poder poner las bases de la esperanza en un mundo mejor. Tampoco de forma ingenua, ella no conoció los mass-media on-line, los fake-news al nivel global e imperante que tenemos ahora mismo, pero sí que dejó escritas palabras que advierten del peligro del veneno, el engaño terrible que supone el hacernos creer que casi todo pueda suceder sin tener consecuencias.

Antes y después del Naufragio

Hablar de amor es también hablar de tragedia, que “el dado al amor ha de pasar por todo”. Por todo pasaron las mujeres del 27 a quienes recordamos en estas jornadas: Maruja Mallo, Concha Méndez, María Teresa León, Rosa Chacel, María Zambrano…

ALFONS ROIG I MARIA ZAMBRANO, ROMA 1955. (V)

Roma, 3 d’agost de 1955, Maria Zambrano li escriu a José Luis Cano: Mi buen amigo José Luis Cano: Gracias por haberme enviado la visita del Padre Alfons Roig. Cuando salió ayer de mi casa yo me quedé y [olía] la habitación con el aire de que había estado aquí un Santo. Renuncio a decirle cómo se me revolvieron las entrañas ¡Ay España nuestra! Que Dios se lo pague. Dígaselo Ud a él, pues yo no se lo dije. Soy tímida y torpe…

ALFONS ROIG I EMILIO PRADOS, EL CAÇADOR DE NÚVOLS (IV)

El passat juliol, a la Universitat d’Estiu de Gandia, Joan B. Llinares va pronunciar la que seria la seua darrera llisó magistral, on ens va parlar de Jorge Semprún com a filòsof. Un dels grans misteris que han ocupat als filòsofs ha estat la mort, preparar-se per a ella ha estat considerat com un dels exercicis vitals més decisius. Semprún pensava que la felicitat és arribar a la mort amb la convicció que s’ha fet el que calia fer. En este cas Emilio Prados va morir ben infeliç.

ALFONS ROIG I VICENTE ALEIXANDRE (III)

Escriu Vicent Andrés Estellés, en desembre de l’any 1984 per a El País: “Aún recuerdo la impresión primera, material, táctil, de aquel ejemplar de Sombra del paraíso […] fue un libro, publicado en plena posguerra, que me inundó, que me anegó, que me dejó ahíto de luz, de claridad. Es un libro que me ha acompañado durante todo este tiempo: el libro donde hay más belleza reunida de cuantos recuerdo; un libro deslumbrador, oleadas de belleza que determinan por caminos todavía no aclarados algún gesto, alguna influencia no declarada en mis versos.” L’autor d’este llibre tan admirat per Estellés és Vicente Aleixandre, que havia faltat en eixos dies.

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